Día 3 - Relax, Remar y Restaurante

Nos despertamos un poco más tarde de lo habitual y Elsa nos había preparado un megadesayuno digno del mejor hotel de 5 estrellas.

Luego hemos ido al lago más grande de Eslovenia a pasar el día.  Hemos cogido una barca de remos para los cuatro y papa se ha tenido que sacrificar quedándose a tomar un café leyendo un libro para proteger nuestras toallas.    Quisimos ir a playas inaccesibles pero sobreestimamos nuestras fuerzas así que tuvimos que poner a Diego a remar para conseguir llegar a tiempo.    Es la primera vez que le sacamos partido a la dinamita de los músculos de Diego.  

Nos bañamos 5 veces rodeados de pececitos.    Elsa intentando huir de ellos y Diego intentando pescar uno.  El agua es cristalina porque el suelo es de piedra y no está tan fría como nos pensábamos. 



Queríamos ir al baño y mamá fue a una cafetería que nos dió una moneda de mentira para poder entrar en el baño sin pagar.    Luego intentamos pagar un café para compensarle y resulta que el café Latte le dijeron que era gratis y a mamá le explotó la cabeza y empezó a discutir con el de la cafetería para intentar que le cobrase algo.

Volvimos corriendo a la ciudad porque teníamos una reserva en un restaurante tradicional con vistas a las montañas.    Elsa convenció a todo el mundo para ponerse mona y cuando hemos llegado, después de 20 minutos de subir una carretera de cabras, estaba lleno de gente en traje de bicicleta y sin camiseta, porque nadie está tan loco de subir hasta allí en coche.  

Diego devoró la comida, sobre todo la costilla asada y los tortelinis eslovenos.   Celia se zampó todo el cocido esloveno y papá no lo probó aunque estaba buenísimo.








Comentarios

  1. Mi grandote como os aprovechais de el! y como le gusta a el ser servicial!

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  2. Me registro solo para decir que el cocido eslobueno

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