Por la mañana hemos ido a un río de color azul clarito. Nos pusieron un casco que parecíamos aliens, por si se nos caía una roca en la cabeza. Mientras andábamos por la garganta del río hemos aprendido a hacer fotos "de fotógrafos" con la cámara de viejos de mi madre. Hemos hecho por lo menos 100 fotos entre los tres.
Luego hemos tenido que andar una hora de vuelta hasta el autobus que nos llevaba al parking y casi la liamos cogiendo el bus que no era.
Con el coche hemos ido al lago Bled, que tenía unas preciosas vistas con una isla en medio y un castillo en el borde de un acantilado. Es el lago más famoso de Eslovenia y había gente bañándose, patos con patitos, peces y nenúfares. Diego dice que ha visto un cocodrilo pero nadie le cree. Nos hemos bañado todos menos el soso de papa que se ha quedado durmiendo la siesta.
Antes de cenar hemos vuelto a jugar a las cartas y no sabemos como ha podido pasar pero mamá ha ganado. Creemos que se le ha aparecido la virgen así que mañana vamos a cambiar de juego.
Hemos dado un paseo por la ciudad y hemos vuelto a ver volley playa donde estaban compitiendo las chicas en un campeonato oficial. Nos hemos comido unos kebabs muy divertidos porque no nos entendían nada en inglés y Elsa ha tenido que ir tres veces hasta que ha conseguido una botella de agua.
Diego está muy contento porque ha visto un capítulo de juego de tronos y hemos pedido unas zapatillas de baloncesto nuevas por internet.
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